Perfiles metálicos de diseño italiano
El diseño italiano es un gran orgullo nacional y, como ya sabes, Dallan surgió como empresa de ingeniería y diseño.
Con el tiempo, hemos descubierto que muchos clientes extranjeros nuestros estaban empezando a publicitar sus productos como “perfiles de diseño italiano”.
Lo cual es totalmente cierto, dado que para cada perfil que fabricamos, lo primero que hacemos es afinar y modificar el diseño del producto, con el fin de mejorarlo y hacerlo apto para la producción.
Se trata de un proceso llamado diseño para la fabricación (design for manufacturing, en inglés), y se lleva a cabo en colaboración con el cliente, para llegar al diseño teórico en el que se basará el diseño de los equipos.
A menudo se nos pide que hagamos análisis preliminares de los productos, aún antes de iniciar el proyecto de la maquinaria, lo cual es un excelente sistema para optimizar los tiempos de fabricación de las líneas.
La estética del perfil, el tipo de material y de revestimiento, la calidad de la superficie y, naturalmente, la función del perfil, su montaje y su interacción con los demás accesorios con los que se ensamblará, la conformabilidad y versatilidad del perfil: todo ello es analizado y puesto sobre la mesa.
Como se pone también, por decirlo de alguna manera, una pizca de “diseño italiano”.
Es precisamente por la importancia que le damos a la fase de proyecto que el símbolo de Dallan es un compás: efectivamente, para llevar a cabo un proyecto óptimo hacen falta algunas semanas y, como dice mi padre, 40 años de experiencia.
Flores y perfiles
Cuando era niño me fascinaba observar a mi padre mientras trabajaba en las “flores” de los perfiles.
Cuando un perfil es conformado mediante perfilado, pasa por una serie de fases a través de las cuales va adquiriendo su forma final. Seguidamente, utilizamos la forma que adopta en cada fase para diseñar el set de rodillos y, finalmente, elaborar cada una de las piezas de nuestras series de rodillos.
En la época en la que yo cursaba la universidad, mi padre había desarrollado uno de los primeros algoritmos matemáticos para el cálculo y el diseño automáticos de estas fases. Era un periodo en el que los ordenadores no estaban ni de lejos tan extendidos como ahora. En 1973, él tenía que conducir 200 km hasta Milán para hacer pruebas con su algoritmo, que estaba escrito en Fortran IV.
Una vez que todas las fases habían sido diseñadas, sus respectivas formas eran solapadas para someterlas a una verificación final y el resultado asemejaba a una flor que se abre poco a poco.
Desde entonces a estos diseños les llamamos “flores”.
En más de 40 de trabajo, hemos visto literalmente miles de flores de perfiles diversas: el algoritmo inicial ha sido mejorado y completado con la experiencia, ¡pero la belleza de la flor de un nuevo perfil sigue fascinándonos todavía!
Puedes escribirme a [email protected]
Andrea Dallan
CEO – Dallan Spa