Obsolescencia de instalaciones: los tres pasos a seguir para garantizar productividad y asistencia
Muchas empresas tienden a pensar que sus plantas Dallan son eternas. Esto, por un lado, nos complace mucho; sin embargo, cuando las máquinas superan los veinte años de vida, te exponen a ciertos riesgos.
Te traigo el ejemplo de un cliente nuestro que entre 1990 y 2000 adquirió de nosotros cinco perfiladoras que han hecho la fortuna de su empresa, que creció muchísimo hasta 2005, cuando el dueño, lamentablemente, falleció.
La nueva propiedad encontró una empresa con máquinas funcionales y aún en perfecto estado y, debo decir lamentablemente, dio por «sentado» el rendimiento de su sistema productivo.
Dejó de invertir en mantenimiento y, en los últimos años, también en repuestos. Como hemos visto, esto inevitablemente conduce a un deterioro del rendimiento de las instalaciones.
No hace falta decirlo: ¡como un automóvil, las instalaciones de producción también deben ser «revisadas»!
Desafortunadamente, en los últimos cinco años ha surgido otro problema: los componentes electrónicos utilizados en ese momento, como PLCs, drivers y tarjetas, ya no se producen.
Muchas de las máquinas estaban alimentadas con motores de corriente continua, con circuitos muy ineficientes.
Una vez que el cliente comenzó a tener fallas en estos equipos, ya nos encontrábamos en una situación irrecuperable, por lo que estamos procediendo con la sustitución de todas las instalaciones.
Afortunadamente, todas las máquinas son de tipo combi y hemos podido reutilizar la mayor parte del equipo.
Una inversión más continua a lo largo de los años, sin duda, habría dado a estas máquinas una vida útil más larga, y sobre todo, habría permitido intervenciones de revitalización dirigidas a resolver problemas específicos de vez en cuando.
Entonces, si tienes instalaciones entre veinte y treinta años de vida, mecánicamente aún robustas y utilizables, sabes que el punto crítico es casi seguramente la parte eléctrica y electrónica. Aquí está lo que te recomendamos hacer.
Primero, contacta nuestro servicio para una inspección.
La inspección es esencial para verificar el estado de las máquinas, el tipo de electrónica aún a bordo, el nivel de seguridad y también verificar si ha habido intervenciones no documentadas por terceras empresas.
En este punto, nuestros técnicos elaboran un informe y los escenarios que se abren son, claramente, muchísimos.
Veamos tres ejemplos.
Escenario 1: la línea está sustancialmente en orden, y los repuestos más críticos tienen una disponibilidad de al menos 10 años.
En este caso, preparamos una lista de actividades para cada una de tus máquinas que incluyen:
- Parte de seguridad
- Parte mecánica, neumática e hidráulica
- Parte eléctrica
- Parte electrónica Como con el mantenimiento preventivo, también recibirás una oferta por los repuestos recomendados para mantener en casa o para usar en el propio mantenimiento, que se realizará en breve.
Escenario 2: la línea está en orden, y los repuestos más críticos tienen una disponibilidad de 5 años.
En este caso, además de las intervenciones mencionadas anteriormente, se evalúa si reconstruir una parte del panel eléctrico y reemplazar los motores, sin modificar la lógica de funcionamiento de la línea.
Escenario 3: la línea está en estado de abandono, y los repuestos ya no están en producción.
Este es el escenario más crítico en el que lamentablemente hemos tenido que trabajar con el cliente del que te hablaba.
En este caso, desafortunadamente, estás a merced de la suerte. Se pueden considerar intervenciones transitorias de emergencia, pero el camino que recomendamos es la sustitución de la base de la planta por una de nueva generación.
Si, como en el caso de mi cliente, tu máquina ya tiene el sistema combi, ¡tienes suerte! Solo tendremos que reproducir la base, ya que todos los combis existentes son reutilizables en las nuevas máquinas.
Sin embargo, si, como en otro caso, tu máquina está construida sin el sistema combi, te propondremos la sustitución de la máquina por una planta de nueva generación.
Y bien visto, después de 20 años tu empresa lo merece.
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Andrea Dallan
CEO – Dallan Spa