Fabricación de contraventanas de aluminio acabadas: así nació el sistema «Coil To Window» – «Ventanas prefabricadas»
Cuando en 2000 fui a Alemania a trabajar en Reko, una empresa del grupo Warema, tuve la suerte de trabajar con el señor Bernhard Kuntscher.
El señor Kuntscher era amigo de mi padre y me ofreció durante una feria la posibilidad de hacer unas prácticas en su oficina para reforzar un proyecto que estábamos desarrollando por entonces. El fin era conectar una perfiladora de persianas con un primer sistema de embalaje.
Era uno de aquellos momentos en los que ves pasar una oportunidad: la tomas o la dejas.
La tomé.
Extraído del libro «La Revolución de la Eficiencia»
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El Sr. Kuntscher recuerda así aquel proyecto:
“En el campo de la producción de persianas, hacía años que la competencia se había hecho cada vez más fuerte. Los productores trataban de reestructurar la producción para conseguir importantes ventajas competitivas. Por eso, cada vez empezaron a llegar más solicitudes para automatizar la producción de persianas acabadas, con el mínimo de personal y de etapas.
En 2000, REKO era una filial de Warema que se ocupaba de automatizaciones para la producción y que después se incorporó a la empresa principal, Warema. Y precisamente a esta filial llegó Andrea Dallan para hacer unas prácticas de formación conmigo.
Teníamos un proyecto muy interesante para la automatización de una perfiladora de persianas de Dallan, en una empresa italiana, que quería completar la formación de las persianas aplicando boquillas de plástico. Directamente de la bobina a la persiana acabada con un solo operador.
En la producción de persianas enrollables, la calidad, la flexibilidad y la capacidad de innovar del productor juegan un papel importante. En este contexto, el hecho de reorganizar el esquema de producción, las fases de acondicionamiento y los tiempos de paso abre grandes posibilidades de generar ahorro y aumentar considerablemente la eficiencia.
Por ello, es necesario hacer que el flujo de trabajo sea fácil y “transparente”, flexible y eficiente.
La petición venía de un cliente que ya tenía una perfiladora de producción de persianas en funcionamiento. Teníamos que completar el fin de la perfiladora e insertar el equipo de empaquetado conectándolo mecánicamente y desde el punto de vista informático: solo así podremos obtener una producción fluida, optimizada y continua sin intervenciones manuales.
La perfiladora Dallan existente partía de la bobina de aluminio formado, se espumaba y se cortaba a medida. Las varillas individuales se perforaban según un esquema preestablecido y ya insertadas. Teníamos que recibir la persiana ya insertada y cerrarla añadiendo clips que se bloqueaban con la ayuda de una deformación mecánica.
Para ello, estudiamos un sistema de fabricación que recibía la persiana en las cintas transportadoras que hacían de buffer. Esto era necesario para equilibrar las distintas velocidades de la perfiladora Dallan con las de nuestra máquina de empaquetado. Las boquillas se insertaban en fuentes de alimentación de vibración y se posicionaban e insertaban automáticamente con dos cabezales independientes, colocados a cada lado de la persiana.
De este modo, el almacenamiento intermedio se reducía al mínimo (1 sola persiana) y pudimos producir persianas de diferentes tamaños, prácticamente sin recortes. ¡La calidad también aumentó porque habíamos reducido las intervenciones de los operadores!
Y, naturalmente, la gestión de los pedidos mejoró de manera notable, porque ya no era necesario hacer los pedidos de papel entre las diferentes estaciones de trabajo.
La oportunidad de trabajar con el cliente italiano de Dallan fue una excelente ocasión para desarrollar una perfiladora extremadamente ligera, partiendo de una exigencia concreta del mercado: el trabajo de dos líneas acopladas ha mostrado una evidente mejora del rendimiento global de la línea de producción y una reducción sustancial de los costes de producción gracias al gran ahorro de material – ya que las barras se cortan exactamente a la medida requerida– y, gracias a la reducción de los desplazamientos físicos entre estaciones de trabajo y de personal. El ahorro global, entre material y personal, es un número de seis cifras, cuando se respetan todas las condiciones requeridas.
Con este trabajo, Andrea Dallan contribuyó a que se planificara en mi oficina este primer proyecto global –absolutamente– de conexión entre las dos máquinas de producción de persianas y empaquetado en perfiladora.”
Bernhard Kuntscher
Extraído del libro «La Revolución de la Eficiencia»
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Andrea Dallan
CEO – Dallan Spa